miércoles, 26 de septiembre de 2012

Reflexionemos


Hermanos,la Pasión y Muerte de Cristo...tal y como sucedieron. El, que murió por nosotros sin pedir nada a cambio.
Porque Cristo no fue prendido en la Calle Orfila,ni le besaron en Santiago...no fue Juzgado ni en San Lorenzo ni en el Barrio León, ni le sentenciaron bajo el arco.Alli no estaban ni Castillo Lastrucci, ni Ortega Bru, ni siquiera Montañés o Juan de Mesa estuvieron allí para plasmar lo que pasaba.

No fue cargado con la cruz en el Porvenir, ni recorrió su camino al calvario desde la Basilica del Gran Poder,ni cayó al suelo en San Isidoro o Pureza. Cuando se encontró con su madre no estaba en la Calle Laraña ni venía de la Anunciación....Y no, cuando quedo sin fuerzas no vino un Cirineo desde la Plaza de Carmen Benítez.

Aunque a nosotros nos parezca lo contrario, no le clavaron ni le alzaron en la cruz en Santa Catalina,ni tuvo Sed en Nervión, ni por supuesto, dijo sus ultimas Siete Palabras en San Vicente. 
Expiró, antes de morir expiró, pero no estaba en la Calle Castilla ni en el Museo, le dieron su ultima Lanzada en San Martin..y en el Cerro le creyeron, sí "este hombre era Hijo de Dios". Su muerte no fue dulce y serena como en la Universidad, ni tan buena como la tiene en San Julián.Su Calvario no estaba en la Magdalena, estaba lejos, mucho más lejos....

Esa tarde no le llevaron a enterrar en San Andrés, ni le amortajaron en la calle Bustos Tavera. La Calle Alfonso XII no fue el lugar de su sepultura.
Y al tercer día no resucitó en Santa Marina...entonces?
Todo esto pasó en la antigua Jerusalen, en el año 33 y ocurrió de verdad, fue prendido,juzgado y torturado. Le cargaron con una cruz en la que murió, dando su vida por nosotros.
Así que reflexionemos, antes de sacar un paso, vestirnos de nazareno o rezarle a una imagen miremos que la Pasión, Muerte y Resurreccion de Cristo fueron de verdad. Solo así le daremos sentido a nuestra fiesta más hermosa, la Semana Santa.

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