Diciembre. Mes de las navidades, mes de la Inmaculada, y mes de la Esperanza. Sí, Esperanza, eso tan difícil de tener hoy en día, pero que esta ahí, porque como dijo Barbeito en su pregón "por esa Esperanza la esperamos".
Dicen de ella, que es lo último que se pierde, que aunque todo este oscuro, gris, o estemos sumidos en una profunda tristeza, la Esperanza es lo único que nos queda. Y Sevilla, esa ciudad que vive siempre esperando, en esa eterna espera que da paso a lo efímero, no podía ser menos. Porque cuentan que es en sus entrañas donde vive de verdad la Esperanza, aunque no entienda de fronteras, razas, ni condición.
¿Y por qué vive en Sevilla?. Porque así lo quiso Ella, tal vez quedará prendada de sus encantos, se enamorase de sus atardeceres. O porque soñara con ella en sus madrugadas, o sencillamente porque en esa ciudad de la que dicen es rey El Gran Poder, solamente podría ser su reina la Esperanza.
Sevilla, siempre Sevilla...esa ciudad que sabe que aunque caiga una,dos y hasta tres veces, siempre encuentra una Esperanza para levantarse. Como la busca cuando la sentencia se hace injusta, o cuando el dolor de las llagas de las heridas se hace insoportable. Y la encuentra, al igual que sabe que por grandes que sean sus penas, grave su enfermedad, o no pueda más con el peso de su cruz, siempre le quedará la Esperanza.
Es tan grande esta ciudad que por donde quiera que usted pase, encontrará alguna Esperanza. Es aquella que vive bajo un Arco, y acude a nuestro encuentro cada Madrugá de Viernes Santo. En esa mágica noche en que encontrará también la Esperanza, al otro lado del río, cruzando el viejo Puente de Barcas. Esperanza encontrará igualmente cuando se encuentre usted ante la Gracia del Domingo de Ramos, o en la Calle Castilla cuando den las 5 de la tarde del Viernes Santo, y cuando el Sábado Santo nos despierte de este bello sueño al que llamamos Semana Santa, la encontrara por la Ronda. En octubre, cuando el cielo pinte de rojo atardecer, también la encontrará repartiendo salud en San Martín.
Búsquela usted este fin de semana en cualquiera de sus besamanos, porque allí estará Ella para darle esa Esperanza que a veces nos cuesta encontrar. Disfrútela y siéntala, y experimentará amigo lector el gozo de sentirse por unos instantes en las mismas puertas del cielo.
Vaya a su encuentro, y búsquela en La Basílica o en Pureza, Castilla o Puerta Osario, San Martín o Maria Auxiliadora. Búsquela y pregunte por Ella, Macarena y de Triana, O y Gracia y Esperanza, Divina Enfermera o Trinidad. Busque usted en esta ciudad que quiso Dios que fuese la suya.
La encontrará usted en Sevilla, siempre Sevilla...la ciudad de la Esperanza.
.jpg)
