miércoles, 18 de febrero de 2015

El fin de la espera.

Es miércoles de ceniza.Faltan pues 40 días para que todo empiece.40 dias,con sus 40 noches para el Domingo de Ramos. Ha comenzado la ansiada cuaresma.
Es día de ritos,de tradiciones,de antiguas costumbres. De ir a nuestra parroquia a ponernos la ceniza,mientras el sacerdote nos recuerda que nuestro paso por la vida es efímero, como un paso mientras lo esperamos en una esquina.
Hoy nuestras vírgenes habran cambiado sus coronas de reinas por diademas o aureolas y sus mantos bordados por la sencillez del azul de sus mantos de hebrea. Sí, Ellas también han empezado la cuaresma.
Son solo 40 días. Días de sacar túnicas, de plancharlas,de llevarlas a la tintorería, de sacarle el dobladillo a esa capa que heredamos de nuestro hermano mayor.
Noches de parihuelas y costaleros en sus ensayos por esas calles que en 40 días estaran tan llenas de gente,de vida.
Noches de lejanos sones de tambores y cornetas,que se tornarán cercanos en pocos días cuando sean banda sonora de un paso de misterio o de palio.
Dias de torrijas y pestiňos, de pavias y platos con pescado y derivados. De viernes de ayuno y abstinencia.
De escaparates de confitería con nazarenos de caramelo.De tiendas del centro con capirotes,mantillas,costales.
De Viacrucis del Consejo de Cofradías, este aňo presidido por el Cristo de la Humildad y Paciencia de la Hermandad de la Sagrada Cena.
Días y noches de pregones,de tertulias cofrades en hermandades,círculos o bares.
Largas noches de priostía, de ponerlo todo a punto,de limpiar plata, candelerias...
Son 40 días plagados de quinarios,de Besamanos a nuestras dolorosas y besapies a nuestros cristos. De Viacrucis por las calles de la feligresía.
Veremos en pocos días como se transforma la Plaza de San Francisco en un enorme auditorio cuando en ella se monten los palcos. Desaparecerá de La Campana el kiosco para que los pasos entren a la calle Sierpes.
Tantas y tantas cosas...40 días que culminarán, si Ellos lo quieren,en un soleado domingo en el barrio del Porvenir, inundado del color blanco de la Hermandad de la Paz. 40 tardes que nos recordarán a nuestra niňez cuando la rampa del Salvador, o la Rampla como aquí la conocemos, sea un inmenso tobogán para los niños de la Borriquita,blancas sus túnicas, inocencia eterna.
Y 40 noches, que terminarán en San Juan de la Palma con la dolorosa por antonomasia del Domingo de Ramos,la Amargura. En 40 días la volveremos a ver en su eterna, y secreta, conversación con San Juan.Blanco,blancas túnicas y blancos capirotes. De blanco empieza la semana santa con la Paz, y de blanco acabará con la Sagrada Resurrección, cuando la Virgen de la Aurora entre en Santa Marina a sones de "Amarguras ".
Blanco,como el color del humo que hoy se ha hecho para proporcionar la ceniza que hoy nos han impuesto.
Así pues cofrades,disfrutemos de esta espera, dulce espera. 40 sueňos,40 ilusiones, 40 esperanzas. 40 días...

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